Welcome to London

Existen formas y formas de entrar a un país. Se nos pueden ocurrir muchas maneras de hacerlo, pero hace poco viví una en la cual nunca se me hubiese ocurrido pensar.

Estoy en Francia hace 2 meses. En la ciudad mediterránea de Marseille. Y al estar aquí uno puede darse el lujo de visitar muchos lugares de ensueño que siempre ha oído nombrar y siempre estuvieron tan lejos, por lo menos para los argentinos.
Por lo tanto, decidí ir a visitar a mi amigo brasilero del couchsurfing Thomaz que está viviendo en Londres. Conseguí un vuelo de low-cost desde Marseille y no dudé en hacerme esa escapada de fin de semana.

La semana había sido rara. El jueves festejé mi cumpleaños aquí en el laboratorio con los compañeros de trabajo y amigos argentinos. Había hecho poca actividad física así que decidí aquella mañana del sábado ir a trotar un poco. Corrí unos 4km, no demasiado. Mi glucemia en ayunas estaba bien. Después de la ducha me puse a cocinar unos fideos para incorporar un poco de hidratos luego del ejercicio y antes de viajar en avión hacia Londres.
Me comí casi 2 platos de fideos, estaba lleno y me fui al aeropuerto.
Subí al avión, me senté en las primeras filas. Acá no hay numero de asientos, es un low-cost. Y despegamos...

Pasaban ofreciendo bebidas, comidas y demás. La azafata de aquí para allá. Le dije que no quería nada, o eso pienso. Todo se torno como un sueño. Era como estar en otro mundo, con ensoñaciones.

'Please eat this', 'how are you feeling sir?', 'please take another one'. Frases raras empecé a comprender. ¿Dónde estoy? ¿Por qué escucho hablar en inglés?
Como un bebe hacia caso a las ordenes que le llegaban a mi perdida conciencia.
Al poco tiempo, volví en mi. Había policías alrededor mio. Unos con ametralladora, otros poniendo un biombo. Estaba sentado en una hilera de sillas. Where am I? pregunté...
'Sir you are in London' me dijo un policía. 'Oh my god!!'.

Violenta hipoglucemia. Si, algo pasó. Perdí todo recuerdo de como bajé del avión. Un para-médico me estaba ayudando, tenía tabletas de glucosa, en la mochila también glucagón, y un medidor de glucosa en la mano. Haciéndome tests en medida inglesa. 1.0 mg/dl sería demasiado poco.
Continuaron dándome comida. Tenía sandwiches, barritas de cereales, y demás cosas que me habían buscado se ve. Mi pasaporte al lado mío, mi mochila abierta.

Comienzo a hablar con la Policía. Me dijeron que me habían encontrado, actuando raro. Que buscaron en mi mochila y encontraron mi permiso para llevar insulina y así se dieron cuenta que era diabético y estaba en hipoglucemia. No tengo, ni nunca tuve un indicador de que soy diabético. Tengo una tarjeta en mi billetera pero no la vieron y fue complicado dar con el diagnóstico.
El policía me dijo, mejor que te consigas una identificación para llevar en la pulsera o en el cuello. Este hubiese sido un caso en el que hubiese facilitado las cosas. Otro de los policías, de 2m y unos 110kg, y no de grasa, me dijo que le había contado que sabía bailar salsa y merengue.
El para-médico continuó preguntándome datos, le comencé a hablar. Muy desorientado estaba, con frió por la transpiración de la hipoglucemia. Al rato, se fueron los policías y quede unos minutos mas con el para-médico. Hasta que me nivelé y bueno, ya estaba "bien".
Les doy las gracias y estaba en el sector de inmigraciones. Presento mi pasaporte para hacer el correspondiente trámite y me dicen, que no. Que ya lo había hecho. Chan, cómo hice en ese estado para llenar el formulario, hacer que me sellaran el pasaporte y demás. El oficial de inmigraciones me pidió disculpas por haberme tratado mal. Supongo que se creyó que yo estaba drogado, llamo a la policía y bueno. El resto vaya uno a saber que paso.

Excelente la atención pública del aeropuerto. De no creer lo bien que me trataron y lo discreto que fue todo, desde que yo me acuerdo.
Repasando los hechos, no sé por qué fue esa hipoglucemia tan grave. Fue de NPH, eran las 16hs y había almorzado a las 12. Imposible que haya sido la ultra-rápida. Mi ingesta de hidratos de carbono fue grande al medio día. No sentí síntomas en el avión antes de que todo se desvaneciera. Estaba solo y tuve suerte de estar en un lugar organizado. A poner más atención a la hora de viajar solo de aquí para allá. A conseguir un badge que indique que soy diabético tipo I, por lo menos utilizarlo al momento de viajar solo o acompañado.

Y bueno, ahora que es una anécdota, puedo contar de esta manera como entre a un país sin siquiera saberlo. Fue duro, quedé con miedo luego de viajar solo. Hay que prestar más atención, no va a volver a suceder. O, voy a estar mejor preparado.

Hasta la próxima, desde Marseille.
-chafas-

Comentarios

Paco ha dicho que…
Jajajaa.... Gran historia amigo, igual no debe haber sido tan chistosa y amena como parece en tu relato.
Willy Bef ha dicho que…
No, no, no... tu remera de TEASER PHILL en Londres, papá!!!
Qué fenómenoooo!!!
;)
Anónimo ha dicho que…
como diabètico tipo 1 que bueno leer una historia asì :-) , xq sì son cosas que ocurren, y es bueno tener cierta identificaciòn màs cuando uno se maneja solo.. uno se siente bien y por ahì ocurre, a veces hay sintomas , a veces no... y muchos factores influyen... segùn tu relato, el estado anìmico, las emociones, el ejercicio, hay que ver a que hs fue la aplicaciòn de la NPH, la colaciòn... si si.. a juzgar algun pequeño desajuste hubo, por suerte, las cosas salieron bien, y no es para desanimarse, ni tener miedos, es para ajustar màs las cosas y hacerse màs fuerte :-)

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