Ser diabético

Diabetes mielitis tipo I. Así se denomina a mi enfermedad.

Hace casi ya diez años que mi vida cambió. Corría el mes de setiembre, recuerdo que era una mañana soleada, algo fresca. Como cualquier otro día yo estaba en el colegio, en el viejo y querido politécnico.
Inusitadamente, mi madre me retira del aula. No recuerdo otra oportunidad en que haya sucedido eso durante primaria o secundaria.
Derecho a lo del médico, la noticia fue rara. Era diabético.

-"¿Diabetes? ¿Qué era eso?" Mi madre estaba muy angustiada, preocupada, yo no. Desde mi ignorancia no podía estar en ese estado, sólo podía reflejar lo que ella sentía. ¿Qué tan grave es eso? ¿Por qué ponerse así?.
Por suerte la ciencia estaba de mi lado. Mi madre tenía una visión "ancestral" de la enfermedad de sus días de estudios universitarios. De ahí mucha de su angustia. Sin embargo, muchos avances se habían sucedido y el tratamiento no era tan complicado.

Con diez kilos menos, muchos calambres dolorosos sufridos y mucha orina mielitis (miel, dulce) empecé mi tratamiento. Agujas, jeringas, insulina... Así conocí a don Hugo, mi médico, gran profesional, gran persona.

Desde el primer día acepté esta nueva realidad y traté de hacer todo lo posible para estar bien. Una nueva dieta, bastantes restricciones, algunos cambios de hábitos.


¿Es realmente insufrible ser diabético?
Si me dieran a elegir, obviamente no elegiría ser diabético. La enfermedad te condiciona, te hace estar pendiente. También te instruye. No es imposible de convivir con ella. Hay que ser atento, ordenado.

Todo evoluciona, la adolescencia es una etapa de grandes cambios en el cuerpo y la diabetes varía con él. Hay momentos donde todo va bien y de repente crisis, cambio. Hay que cambiar esquemas, buscarle la vuelta de tuerca al asunto. A veces se soluciona fácil otras, uno se angustia y sufre hasta poder sobrellevar la situación. A lo largo de estos años no sólo ha evolucionado mi enfermedad, sino los parámetros médicos de que es estar "bien controlado", han aparecido nuevas insulinas, fantásticas por cierto, han mejorado las forma de aplicarlas y y llevar un control personal mediante simples medidores de glucosa.


¿Me curaré algún día?
La ilusión no se pierde, vienen sucediendo muchos avances en biotecnología e ingeniería genética, no sé si me tocará a mi o vendrá en bastantes años más.

"Sería raro despertar un día y sólo tener que pensar en lavarme los dientes..."

-chafas-

Comentarios

Federico Aikawa ha dicho que…
Creo que puede ser un buen espacio para informar toda tu experiencia en el tema.

Buen post
Unknown ha dicho que…
Rafa, te felicito por tu nuevo espacio! es muy lindo tener un blog y poder compartir las cosas que uno piensa y escribe.
Felicitaciones tambíen por el equilibrio con el que tomas la enfermedad. Realmente te felicito.
Abrazo y suerte!

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